La esclavitud

No se preocupen que no voy a escribir un tratado sobre la esclavitud, sino que quiero hacer hoy una reflexión sobre un pasaje en la Biblia en el evangelio según San Juan; el pasaje en cuestión es Juan 8: 31-32 “31 Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: «Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.»

Lo que entiendo de este pasaje es que si no somos libres, entonces somos esclavos. Pero qué te tipo de esclavitud será esta, porque nosotros somos libres de tomar nuestras decisiones en la vida y cada día lo hacemos.

No somos esclavos, como en épocas pasadas que eran propiedad de otras personas y se negociaban con ellos, como si se tratarán de mercancías. Pero entonces a qué se refería Jesús cuando hizo esta afirmación en el templo de los judíos, porque en esa época la esclavitud existía, y como sabemos, la Biblia que es la palabra de Dios, es inmutable a través del tiempo y por lo tanto sus enseñanzas permanecen inalterables independientemente de la época en que se viva.

Pienso que en siglo XXI en que vivimos, con avances tecnológicos impresionantes, estas palabras de Jesús mantienen su vigencia. En la actualidad no hablamos de esclavitud en el sentido que tenía en otras épocas; sin embargo pienso que ahora vemos diferentes tipos de esclavitud, como pueden ser las siguientes:
• Muchas personas son esclavas del dinero y estarían dispuestas a hacer cualquier cosa, sólo para conseguirlo.

 • Otras son esclavas de las drogas, que ha tenido un avance en el mundo moderno de manera vertiginosa, incluso muchas veces comienza en la adolescencia. Entendiendo por drogas no sólo las prohibidas por las leyes, sino las socialmente aceptadas, como el tabaco y el alcohol, cuando las personas no pueden controlar el no consumirlas.

 • Algunas personas se sienten esclavas en su trabajo, porque no les gusta lo que hacen, pero tienen necesidades económicas que atender para su familia.

• En algunas ocasiones son esclavas del estatus social y al final terminan arruinando sus vidas, por mantener las apariencias.

 • Y así hay innumerables formas de esclavitud como el sexo descontrolado, etc.

Pero ustedes se preguntarán, cuál es la verdad que nos hará libres? Y la respuesta la encontramos en el propio Jesús cuando afirmó en Juan 8:23-24: “23 —Ustedes son de aquí abajo —continuó Jesús—; yo soy de allá arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo. 24 Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmó ser,[a] en sus pecados morirán.” Por eso mientras no nos liberemos de nuestros pecados, seguiremos siendo esclavos en algunas de las formas de esclavitud modernas.

Que Dios los bendiga abundantemente.

 Rodolfo Grössl Díaz.

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