La preciosa esperanza
Juan 14: 2-7 “2 En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a preparar lugar para ustedes. 3 Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén. 4 Y ustedes saben a dónde voy, y saben el camino.» 5 Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo podemos saber el camino?» 6 Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieran, también conocerían a mi Padre; y desde ahora lo conocen, y lo han visto.» Que pasaje más hermoso, que nos da una esperanza maravillosa para todos los hijos de Dios (Juan 1:12). Tener la certeza que el mismo Jesús, que fue Dios encarnado, nos lo promete a todos sus hijos, tal como también lo fueron sus discípulos. Jesús les prometió que si se iba, les prepararía lugar a ellos y luego regresaría a buscarlos. Tengamos presente que cuando él les hace esta promesa estaba con ellos,