Las preocupaciones de la vida

Cada vez que comienza un nuevo año, empezamos un nuevo ciclo de vida cargados con muchas expectativas, pero también muchas preocupaciones sobre lo que nos pueda suceder durante el año.

Algunas de las preocupaciones más comunes, tienen que ver con el trabajo, la salud, los estudios, la familia, la estabilidad económica, los negocios, las relaciones de pareja, etc. Comenzamos haciendo planes para evitar esas preocupaciones, pero más temprano que tarde somos víctimas de las mismas y entonces comienza un proceso que nos lleva a perder nuestra paz mental, tan necesaria para poder ver con claridad los problemas que se nos presentarán y así buscarles soluciones en caso de que la tengan.

La Biblia, que es la palabra de Dios nos dice respecto a ese tema en Filipenses 4:6-7. “6 No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.” (Traducción en lenguaje actual (TLA) )

En este pasaje las Sagradas Escrituras, no nos dicen que nos sentemos a esperar las soluciones a nuestros problemas, lo que nos dice, es que si ponemos nuestras cargas en manos de Dios mediante la oración y ruego delante de él, Dios nos dará una paz que sobrepasa todo entendimiento y guardará nuestro corazón y nuestros pensamientos. Al hacer esto, Dios nos permite que pensemos con claridad, libre de preocupaciones, para encontrar las soluciones a nuestros problemas, que de otra manera, dichas preocupaciones, nos dificultan ver el panorama claramente y así poder conseguir resolver los mismos.

Adicional a esto, debo añadir que las preocupaciones excesivas dañan nuestra salud y deterioran las relaciones personales con nuestra familia y otras personas. Hay estadísticas que mencionan que un 75% u 80% de nuestras preocupaciones nunca se llegan a materializar y además los hospitales están llenos de personas que han perdido su salud por un exceso de preocupaciones. Sigamos el consejo que nos la palabra de Dios en el Salmo 55:22 “ Tú, deja tus pesares en las manos del Señor y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a sus fieles caídos para siempre. (Reina Valera Contemporánea (RVC)

Que Dios los bendiga abundantemente.

 Rodolfo Grössl Díaz.

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